Si cogiéramos una paleta de colores y te preguntáramos qué color te gusta más, quizá dirías que el amarillo, quizá el verde y quizá el morado.
Cada persona respondería de forma diferente. No sólo influye el carácter y la naturaleza de una persona, sino también cómo le afecta el color en general. Si no fuera así, ¿por qué otra persona ni siquiera huele el naranja y otra siempre lo busca?
Nos gustó tanto la psicología de los colores que la hemos trasladado a nuestro hotel, no sólo en el nombre, sino también en cada rincón del hotel. Intentamos empatizar con nuestros huéspedes de un modo especial y por eso queremos agradarles visualmente. Y todo ello para que se sientan a gusto con nosotros. Con nosotros, puedes elegir una habitación según tu gusto, tu estado de ánimo actual o el significado que tenga el color. Quizá te influya, en la dirección correcta.
7 variaciones de color de las habitaciones y cada una tiene su propia historia. ¿Cuál te gusta?
El amarillo es exactamente el color que se ocupa del buen humor, la calma y el equilibrio. También regenera los nervios agotados. Si anhelas libertad o experiencias intelectuales, es el adecuado. Despierta la curiosidad, la actividad cerebral y el apetito. Esto puede venirte bien si te quedas con nosotros de vacaciones, por ejemplo, ¿no?
Naranja: este color te despertará y te dará energía positiva. Es estupendo para las personas con problemas respiratorios o digestivos. Incluso se dice que quita el hipo. Aumentará la concentración y el apetito por el trabajo. Perfecto para los viajes de trabajo.
Rojo: libera la mayor cantidad de energía y añade más calor. Hace que sientas menos dolor, afecta a la circulación nerviosa y sanguínea. Es un color activo y dinámico. Cura las fobias y los miedos, pero en cantidades excesivas puede causar impaciencia. Es el color del amor y la pasión, para una escapada romántica con la pareja, por ejemplo.
Azul – equilibra los niveles de energía, ayuda al desarrollo de la comunicación y favorece la adquisición de conocimientos. Es un color frío, pero evoca un sentimiento de seguridad y lealtad. Puede utilizarse como pequeño ayudante en la lucha contra las enfermedades de la piel o contra el insomnio o la depresión. ¿Qué te parece elegirlo para una estancia relajante con nosotros?
Verde: el color de la naturaleza y la paz. Se ocupa de la armonía, la regeneración, el descanso y la recuperación de fuerzas. Tiene un efecto positivo sobre el aparato digestivo, el cerebro y los nervios. Es adecuado para todas las circunstancias.
Púrpura: es una mezcla de colores cálidos y fríos, por lo que puede ser no sólo calmante, sino también inquietante. Es un color místico que estimula el sistema inmunitario y la actividad hormonal. Mejora el sueño, reduce el apetito, se dice que detiene las hemorragias y actúa como antibiótico. Esto podría resultarte útil si quieres combinar tu estancia no sólo con la relajación, sino también con la curación.
Marrón: el color de los placeres que reflejan seguridad. No es muy popular entre los niños pequeños, pero es bien recibido por los adultos, sobre todo porque ayuda a alejar el estrés. Calma y crea bienestar. Es ideal para los que quieren disfrutar de una estancia tranquila.
Creas o no en el poder del color, seguro que encuentras el tuyo. ¿Te dejarás llevar por tus gustos a la hora de elegir una habitación, o intentarás elegir según su significado?
